Era el puerto más duro y acabó siendo decisivo. El Alto del Piélago (que también se subirá en la Vuelta a España 2022) fue el terreno elegido por el Eolo Kometa - Fundación Alberto Contador para recuperar el liderato perdido en la segunda etapa. Marcel Camprubí y Andrea Montolí, ambos del equipo dirigido por Rafa Díaz Justo, forzaron una fuga con Pau Llaneras (Arabay), Sergio Arias (Globalia) y Juan Pedro Lozano (Valverde Team) que acabaría por darles 1:20 de ventaja en la línea de meta de Escalona. Suficiente para que Camprubí recuperase los 31 segundos que tenía perdidos con Pol Hervas (Brocar-Ale) y se llevase el maillot amarillo y la primera plaza de la general. El premio fue doble para el Eolo, porque Andrea Montolí acabó segundo y el citado Hervás tercero. La victoria parcial para Pau Llaneras, que se acabó jugando el sprint de meta con Sergio Arias (Globalia).

La Vuelta Ciclista a Toledo Imperial-sub 25, organizada por la PC Julio Lopez Chineta y patrocinada por la Diputación de Toledo, cerró su primera edición con una etapa de 153 kilómetros circular con salida y llegada a Escalona y más de 2.000 metros de desnivel acumulado. Y fue precisamente eso, la montaña, la que acabó decidiendo el perfil de los primeros clasificados. Si el viernes en la contrarreloj por equipos de Mazarambroz el Eolo Kometa había sido el dominador, en un trazado llano, el domingo en el Piélago demostraron que el trabajo en equipo funciona.

Los primeros 60 kilómetros, hasta el Real de San Vicente, donde empieza el Piélago (1ª Categoría) fueron rapidísimos. Sin tiempo para formar escapadas. No en vano en meta la media final fue de más de 42 kilómetros hora. La meta volante de Hormigos y el sprint especial de Los Cerralbos solo habían provocado pequeños escarceos sin relevancia. El repecho del Castillo de Bayuela tampoco fue suficiente para romper el grupo. Si lo hicieron los 9,2 kilómetros al 5,3% del Piélago, un puerto ciclista de referencia en la provincia. El trabajo de aceleración del Eolo Kometa sirvió para que Marcel Camprubí y Andrea Montolí, que eran segundo y tercero en la general a 31 y 39 segundos de Pol Hervás, se metieran en la fuga junto a Pau Llaneras, Sergio Arias y Juan Pedro Lozano. Ninguno de estos tres últimos tenía opciones reales de luchar por el maillot amarillo, pero sí por la etapa, así que fue sencillo ponerse de acuerdo.

En la cima del Piélago, a 80 kilómetros de meta, la ventaja estaba en torno a los 2:00. Era suficiente, pero por detrás el pelotón se tenía que reorganizar. Los cuatro ciclista de Brocar Ale en torno a Pol Hervás y el resto de equipos con opciones de victoria parcial. El objetivo, echar abajo la escapada más peligrosa que podía haber para los intereses de Hervás. El terreno, una sucesión interminable de repechos hasta la subida al Real de San Vicente (3ª Categoría) y desde allí otros 30 kilómetros a meta, casi todos con tendencia negativa. La pelea, de cinco perseguidos contra cinco fugados (solo cuatro porque perdió comba Juan Pedro Lozano), acabó con triunfo de los escapados, igual que en la segunda etapa con final en Añover de Tajo.

Camprubí y Montolí cedieron la pelea por la victoria de etapa a Llaneras y Arias en compensación por el trabajo realizado. Fue más rápido el mallorquín de Arabay (hijo del campeón olímpico Joan Llaneras), mientras que Camprubí y Montolí entraban en meta dándose la mano y levantando el brazo al unísono. El grupo perseguidor, de solo una treintena de ciclistas, llegó 1:20 encabezado por Manuel Oioli (Eolo Kometa), que había sido el primer líder de la carrera en Mazarambroz. En su seno Pol Hervás, que se tenía que conformar con el tercer cajón del podio.

La última etapa también sirvió para dar un giro en la clasificación general de la montaña, que pasó a manos de Sergio Arias, que puntuó primero en los dos puertos del día. Si conservaron sus maillots Sergio Collazos (Dron Hopper) que se llevó el de las metas volantes y Juan José Pérez (Brocolo Mecánico) que se hizo con el de las Metas Volantes. El mejor castellano manchego fue David Zafra, del Hoomu Seguros y el líder de la clasificación sub-23 el propio Marcel Camprubí. Por equipos, el triunfo final tuvo el color de Eolo Kometa.

Los maillots de la Vuelta, fabricados por Pissei, estuvieron patrocinados por GP Diputación de Toledo, patrocinador principal de la Vuelta y la espada de Arte Espada HM. El ganador de las metas volantes recibió el de Aquaser y el de los sprints especiales el de Cristal Water. El mejor castellano-manchego vistió el maillot de la Federación de Ciclismo de Castilla-La Mancha y el mejor sub-23 el de Ciclored.com. El de la ganador de la Montaña el patrocinado por Gestión Integral Socioasistencial.

La carrera también cuentaron con el apoyo de los ayuntamientos de Ajofrín, Añover de Tajo, Gerindote, Hormigos, Mazarambroz, Sonseca, Talavera y Toledo. Bicis Pina fue el patrocinador del último kilómetro, el Ebora el Hotel oficial, Citroen Tolcar llevará al jurado técnico, Hyunday Gidecar al director de carrera, Talleres Gallardo y Carvajal aportaron los vehículos oficiales de enlace de recorridos y Talleres Garrido el camión de apertura.

La bebida oficial de la carrera fue de Supermercados Froiz, los avituallamientos de Desarrollos Técnicos Ardosan y Tarambana restaurantes la ropa oficial salida contrarreloj por equipos. Los ramos de flores de meta, de Decoflor y eta I Vuelta a Toledo Imperial también contó con el apoyo de Restaurante Finca las Nieves, Marques del Atrio y Prodicom.

Luis Ortega
Fotos: Julio González

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